"DEL ESTADO Y DEL CIUDADANO" de Aristóteles


No depende sólo del domicilio el ser ciudadano, porque aquél lo mismo
pertenece a los extranjeros domiciliados y a los esclavos. Tampoco es uno
ciudadano por el simple derecho de presentarse ante los tribunales como
demandante o como demandado, porque este derecho puede ser conferido por un mero
tratado de comercio. El domicilio y el derecho de entablar una acción jurídica
pueden, por tanto, tenerlos las personas que no son ciudadanos. (…) El rasgo
eminentemente distintivo del verdadero ciudadano es el goce de las funciones de
juez y de magistrado. (…) Fuera de la democracia, no existe el derecho común
ilimitado de ser miembro de la asamblea pública y juez. (…) Entonces el
ciudadano varía necesariamente de una constitución a otra, y el ciudadano, tal
como le hemos definido, es principalmente el ciudadano de la democracia.

"El loco" de Friedrich Nietzsche

"¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: ¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!. Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en dios, sus gritos provocaron enormes risotadas. ¿Es que se te ha perdido?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? - así gritaban y reían alborozadamente. El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. ¿Qué a dónde se ha ido Dios? -exclamó-, os lo voy a decir. Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos su asesino. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos la tierra de su sol? (...) ¡También los dioses se pudren! ¡Dios ha muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? (...) Aquí, el loco se calló y volvió a mirar a su auditorio: también ellos callaban y lo miraban perplejos. Finalmente, arrojó su farol al suelo, de tal modo que se rompió en pedazos y se apagó. Vengo demasiado pronto -dijo entonces-, todavía no ha llegado mi tiempo (...) Todavía se cuenta que el loco entró aquel mismo día en varias iglesias, y una vez conducido al exterior e interpelado contestó siempre esta única frase: ¿Pues, qué son ahora ya estas iglesias, más que las tumbas y panteones de Dios?."


Nietzsche no mata a dios, probablemente solo se limitó a dar su parte de defuncion. Dios ya estaba muerto, lo habia matado la Revolucion Francesa, lo habían matado Voltaire y Rousseau, Napoleón y Robespierre. El filosofo aleman había entendido que el eje que guiaba al mundo ya no era la divinidad ni la fe, se mantenia el foco centrado en algo que ya no existía, algo que había dejado de existir cien años atras.

El hombre creó a dios, el hombre mató a dios. Hizo y deshizo de él a gusto. Su origen se remonta al comienzo de los tiempos. Una vez resuelta la alimentacion, la vivienda, la adaptación al ecosistema que lo rodeaba, se pasó a una instancia posterior, no necesariamente superior. El hombre tenía necesidad de comer, pero también tenía necesidad de explicar su existencia, de comprender su entorno... necesitó uno o varios seres superiores a quienes rendirles tributo. Asi es que comienzan los rituales, danzas, creencias primitivas, que obviamente estaban fuertemente vinculadas a la vida cotidiana que ocupa a ese hombre primitivo. Ritos vinculados a las cosechas, a la caza, a la procreación, a la subsistencia. El hombre crea a la divinidad como una forma de responder a las preguntas sobre el inexplicable mundo en el que vive.

Durante siglos, el ser humano, perfecciona esa creencia, perfecciona a esos dioses. Les da forma, nombres, historias, los provee de poderes y desarrolla mitos sobre su actuar. El hombre ya no vive en cavernas, ya no caza para comer, ya no mata para subsistir. El hombre da origen a las grandes religiones, a la creencia institucionalizada. Era mandato de dios que asi se haga. El hombre termina esclavizado por esas religiones, ya no controla lo que ha creado, la institución lo controla a él. Dios cobro vida, la criatura se hace dueña de su creador.

Finalmente.... el creador matara a su criatura, le soltara la mano cuando crea ya no necesitarla. Huira de sus iglesias, desconocera sus rituales, desoira a sus predicadores. Enfrentara al mundo sin mas armas que las que le provea su propia razón... arriesgado, pero no tiene opción, el mundo esta a oscuras, y ya no hay faro que lo ilumine.